[Análisis] Dragon Quest III HD-2D Remake, el regreso Erdrick - Game It - Consolas, videojuegos y hardware. Gaming Culture. (2024)

En esta nueva versión de Dragon Quest III, todos nosotros somos catapultados hasta el glorioso pasado de los RPG, manteniendo a la vez las bondades de la tecnología más actual. Square Enix ha realizado una excelente adaptación de un título que marcó un antes y un después en el género. Para aquellos que disfrutaban de la magia del título en 1988, este remake constituye un viaje lleno de recuerdos. Para los nuevos jugadores, es la ocasión ideal para vivir la historia de Erdrick en su versión definitiva.

Lo que realmente hace especial a este remake no es exclusivamente su fidelidad al material original, sino cómo este se expande. A primera vista, podemos pensar que se trata únicamente de un lavado gráfico, pero pronto nos damos cuenta que estamos ante una experiencia que mejora cada aspecto del título original, no siendo tan sólo un homenaje, sino que estamos ante una reconstrucción apasionada y cuidada.

Reviviendo la leyenda de Erdrick

La historia nos transporta a la vida de Ortega, un héroe que falleció en su camino por acabar con el malvado Baramos. El protagonista toma el testigo de su padre cuando cumple 16 años y comienza una aventura épica para devolver la paz a su tierra en la que cada etapa tiene su subida emocional y hace que todavía sepamos porque este juego marcó una generación. El guion permanece intacto, pero las escenas cinemáticas que no estaban antes añaden una carga de contexto extra y un aire épico que enriquece la experiencia.

La llegada del doblaje en inglés y japonés también es muy significativa. Escuchar la voz de los personajes en los momentos culminantes les da más personalidad y hace que podamos conectar más con ellos. Por si fuera poco, la localización al castellano no se limita a hacer la mera traducción de los textos, sino que adapta con gran pericia los diálogos a nuestra cultura, incluso con acentos y maneras de hablar que hacen que cada rincón del juego palpite como hace la realidad.

Dragon Quest III HD-2D Remake es una fusión de nostalgia y modernidad

El estilo HD-2D es, sin lugar a dudas, uno de los puntos fuertes de este remake. Este nos permite ver el mundo de Dragon Quest III tal y como siempre nos habíamos imaginado: vivo, lleno de detalles, y sus gráficos son una mezcla brillante de píxeles clásicos y efectos modernos. Cada lugar que visitamos, cada castillo, cada pequeño pueblo, es cuidadosamente diseñado para ofrecer autenticidad.

Los detalles son asombrosos: las plantas que se mueven a merced del viento, el cambio de día y noche, los animales que reaccionan ante nuestra presencia; estos no son sólo elementos decorativos, sino que aportan al mundo una vida que hace que el jugador se sienta invitado a explorarlo. El rendimiento técnico también es muy bueno, y en nuestra prueba con Xbox Series S, disfrutamos de una resolución de 1440p, de una tasa de fotogramas estable, de tiempos de carga cortos, así como del uso inteligente de las características modernas, como la de Quick Resume.

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Música que evoca nostalgia y emoción

La música es otro de los elementos destacados del remake, rindiendo homenaje a los temas clásicos que han sido reimaginados, con elaborados arreglos orquestales que no solo respetan la versión original, sino que lo llevan un paso más allá. La música nos acompaña en cada instante del juego, desde los combates cargados de tensión hasta las exploraciones más relajadas, la música crea una atmósfera que exacerba, intensifica, cada momento vivido.

Por el contrario, choca el hecho de que en el mismo párrafo el autor utilice las conjunciones para realizar un contraste entre elementos, los efectos del sonido del entorno también merecen un lugar destacado. Desde el susurro del agua de los ríos o el murmullo que producen las hojas en los bosques, con cada detalle sonoro se crea la sensación de estar en el mundo de Erdrick. Y es un trabajo meticuloso que demuestra el compromiso de Square Enix con la perfección y la calidad en todos y cada uno de sus aspectos.

Dragon Quest III HD-2D nos ofrece los combates de siempre

La jugabilidad de Dragon Quest III HD-2D Remake es, sin lugar a dudas, uno de sus pilares fundamentales, y Square Enix ha conseguido, casi de forma perfecta, guardando las distancias con respecto a la jugabilidad arcaica, el equilibrio entre la fidelidad al material original y las mejoras que hacen que la experiencia sea más óptima para los gamers actuales. El remake de las batallas por turnos, mítica seña de identidad del género JRPG, es muy similar a las clásicas de la saga, aunque Square Enix ha introducido mecánicas que hacen la aventura más rápida, más intensa y más estratégica sin perder su esencia.

Los combates vuelven a ser aleatorios, algo que puede parecer antiguo para algunos, pero que además de mantener el espíritu de exploración constante del juego original, hace que los encuentros sean desafiantes y te obliguen a pensar bien cómo actuar: utilizar habilidades y hechizos específicos o elegir el momento de atacar o defender. Para usuarios que buscan más ritmo también existen añadidos como la aceleración de batallitas, que reduce bastante el tiempo que pasamos esperando nuestro turno, y la regeneración de los combates lo que permite a nuestros personajes actuar automáticamente con algunas de las acciones básicas; por lo que es una herramienta muy útil en peleas rutinarias.

Uno de los principales atractivos del juego es su sólido sistema de vocaciones, que permite personalizar a nuestro grupo de héroes. Cada personaje puede desempeñar distintos papeles, desde el típico guerrero o hechicero hasta otras formas más especializadas como el sacerdote, el ladrón o la nueva vocación del remake: el domador de bestias, que implementa una mecánica de juego nueva por sí misma al permitirnos domar bestias de las cuales aprender habilidades para usarlas durante la lucha. Una vocación que se transforma en una de las más poderosas y polivalentes, especialmente cuando aumentamos nuestro nivel de experiencia en la arena de bestias.

Las vocaciones de Dragon Quest III HD-2D Remake

El cambio de vocaciones, que podemos hacer a partir del nivel 20, proporciona un nivel de personalización y de rejugabilidad magnífico. Este cambio de vocaciones permite a los personajes mantener habilidades de sus anteriores trabajos, pero permite ampliar las opciones estratégicas en combate. Aunque los personajes se reinician al llegar al nivel 1, las estadísticas se reducen solo parcialmente, lo que garantiza la continuidad de la progresión, de forma que se recompensa la experiencia. El sistema invita a la creatividad a la hora de construir el grupo, lo cual nos ayuda a adaptarnos a los retos concretos de cada etapa de la aventura.

Más allá de las mecánicas más clásicas, además el remake ofrece el añadido de ciertas mejoras enfocadas en optimizar la calidad de vida de los jugadores. La capacidad de modificar la velocidad de los combates es una mejora capital, ya que permite a los jugadores más experimentados disfrutar de un mayor ritmo mientras hacen sus exploraciones. En otro orden de cosas, los combates automáticos funcionan perfectamente para las batallas que se repiten indefinidamente, aunque es obvio que las batallas que suponen una mayor complicación piden un enfoque más manual y táctico.

Mecánicas que destacan

Una de las características más llamativas, quizás, es la consideración que tiene la personalidad de los personajes para su progresión. Esta mecánica, determinada al principio del juego con un cuestionario que, además, puede ser modificada mediante accesorios, afecta directamente al crecimiento de las estadísticas de los personajes. Esta capa extra de personalización habilita a ajustar a nuestros héroes no solo en base su vocación, sino también en función del estilo de combate de cada uno de ellos y de sus propias necesidades.

La jugabilidad no se limita a los combates, sino que se extiende, entre otros grandes momentos, al mundo abierto que nos falta por recorrer. Dragon Quest III premia la curiosidad, ya sea con tesoros perdidos, con minimedallas o con eventos únicos. Hay elementos como la arena de monstruos, que fueron introducidos en versiones posteriore y que, por eso, proveen un elemento competitivo que pone a prueba nuestras habilidades estratégicas y que nos impulsa a mejorar.

Los niveles de dificultad hacen alcanzar un reto a la medida de cada jugador. Desde el modo más asequible, pensada para quienes están dando los primeros pasos, hasta el nivel más difícil, diseñado para los jugadores más experimentados en el género; todos ellos ofrecen una experiencia muy diferenciada. En conjunto con la exploración, con el sistema de vocaciones y con la personalización, esto asegura que cada partida se convierta en un recuerdo imborrable.

Conclusiones de Dragon Quest III HD-2D Remake

Dragon Quest III HD-2D Remake no es solo una actualización visual de un clásico, sino una reinterpretación que respeta su esencia mientras introduce mejoras necesarias para los jugadores modernos. Desde su narrativa cautivadora y su diseño visual impresionante hasta su jugabilidad estratégica y su música inolvidable, este remake es una obra maestra que captura lo mejor de ambos mundos.

Para los veteranos, es una oportunidad para revivir un título icónico con nuevos ojos. Para los recién llegados, es una puerta de entrada perfecta al universo de Dragon Quest. En cualquier caso, esta es una experiencia que nadie debería perderse, una que demuestra por qué este título sigue siendo una de las joyas más grandes del género RPG.

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